Reportaje especial Corpotulipa / Ana María Garcés – CNP.: 18.015
El municipio Falcón encierra entre sus nueve parroquias, historia, leyendas y un gran acervo cultural que atrapa al turista para mostrarle sus bondades. Los falconianos están hechos de temple y una gran fuerza, pero también de generosidad, de hospitalidad y cariño para el que llega. Siempre reciben a la visita con una sonrisa y con sus manos cálidas. Su idiosincrasia es la familiaridad con la que tratan al que llega, quien en pocos momentos se siente en casa y estrechando mágicos lazos de amistad.
Entre sus montes, bien enclavada en la lejanía, se encuentra el hato Aguaque; la casa natal de la heroína Josefa Venancia de la Encarnación Camejo Talavera y Garcés, una paraguanera fuerte y legendaria, aguerrida como pocas en la época y con una gran fortaleza, quien hizo respetar el suelo patrio, al unirse a la causa independentista. Esta parte de la historia reconoce el valor de la joven peninsular y revela la importancia del rol de la mujer venezolana, en el trajinar de las guerras y batallas que se libraron para alcanzar la soberanía nacional.
Hoy por hoy, el hato Aguaque es patrimonio cultural de la región y se encuentra entre los destinos turísticos preferidos, de quienes visitan a Paraguaná. Su estructura se mantiene intacta, la edificación arquitectónica que data del siglo XVII, donde se pueden observar obras pictóricas de diversos artistas falconianos, quienes proyectan a Josefa con su actitud desafiante y revelde, a caballo, deshojando libertades y siendo guía para las generaciones que han devenido desde entonces.
Allí seguirá por muchas generaciones más, la gran casona y las trojas, donde transcurrió su niñez la imponente paraguanera, donde jugó con sus hermanos y dejó un trozo de sus vivencias, cada pieza del tejado, cada antigua ventana habla de su historia, de su valor, de su alegría, de sus amores, de sus luchas, de su estirpe aguerrida.
Cuentan los caminantes que por las noches, la brisa fresca deja escapar sonidos que asemejan el relinchar de su caballo, que se conjuga con la risa, la rebeldía y la actitud avasallante de “la Camejo”, cuyo espíritu libre, sigue cabalgando por el polvoriento suelo paraguanero.
Entre los proyectos que están pensados, por parte de las autoridades regionales y municipales, para continuar preservando esta casa de hato, es la instalación de un museo; esto con el propósito de incentivar el turismo, en esta zona paraguanera, para el disfrute de propios y visitantes, con el fin de seguir conociendo, respetando y admirando la existencia de la heroína.